El término nutrición consciente ó mindful eating está siendo muy usado recientemente en nuestros medios debido al poderoso impacto que tiene en nuestra alimentación. Nuestros antepasados, sin querer, aplicaban este concepto al estar presentes, tanto en la preparación como al momento de comer. Un claro ejemplo en nuestra cultura es la preparación de pachamanca, la cual es parte de un ritual de agradecimiento a la madre tierra, donde los participantes están presentes durante todo el proceso de preparación de los alimentos para luego ser consumidos por ellos.
La alimentación consciente involucra básicamente 2 aspectos. El primero, saber de dónde provienen tus alimentos, cómo han sido elaborados y el efecto que tienen en ti. Hoy en día, la mayor parte de alimentos industrializados contienen ingredientes y aditivios que ni siquiera se entienden (como E235, proteína vegetal, almidón modificado, entre otros), y mucho menos somos conscientes del efecto que tienen en nuestro cuerpo. Cabe mencionar, que no todos los alimentos funcionan igual para todas las personas, por eso saber escuchar cómo reacciona tu cuerpo ante distintos alimentos es clave. El segundo, es estar presentes al momento de consumir nuestros alimentos y establecer una buena relación con nuestra comida. En estos días, es común comer viendo televisión ó mientras estamos haciendo otras actividades y no estamos presentes al momento de ingerir nuestros alimentos.
El siempre hecho de estar presentes regula la digestión, la absorción y el metabolismo de los nutrientes que hay en esa comida. Esto se conoce como la fase cefálica de la digestión, la cual se activa con los sentidos, al ver, oler, tocar , masticar y sentir placer al comer. Un claro ejemplo es cuando están cocinando tu plato favorito y sólo por sentir el olor comienzas a salivar. Esa es la respuesta de la fase cefálica de la digestión, tu cuerpo comienza a producir amilasas en la saliva (enzimas) preparándolo para los alimentos que vienen. Otras respuestas fisiólogicas que también ocurren son: comenzar a secretar ácido gástrico, el páncreas empieza a producir enzimas, secretamos neuropéptidos intestinales, la sangre comienza a circular hacia los órganos digestivos, y todo esto preparando a nuestro cuerpo para la comida que está por llegar.
Comer de manera consciente tiene un impacto positivo en nuestra relación con nosotros mismos, ya que una vez que somos conscientes de lo que comemos buscamos elegir los mejores alimentos para nutrir nuestro cuerpo; y el estar presentes al momento de consumirlos regula el metabolismo y la absorción de nutrientes, ya que puedes consumir los mejores alimentos y no absorverlos de manera adecuada como cuando comemos bajo estrés. Personalmente, me doy cuenta del efecto positivo que tiene en mis pacientes al comer de manera consciente, y el cambio que hay cuando ellos saben lo que comen y están presentes, va mucho más allá de lo que esté escrito en el plan nutricional, ya que ellos son capaces de tomar decisiones sabiendo el poderoso efecto que tiene comer de manera consciente.
Esto me ha inspirado a hacer talleres de mindful eating desde hace ya 4 años, promoviendo una mejor relación con nuestros alimentos y enseñado recetas saludables y deliciosas, libres de harinas refinadas, azúcar, grasas trans, lácteos y gluten.
Por Claudia Bustamante, de Punto y Coma el 10 de agosto del 2017