El yoga es un ejercicio muy beneficioso para los niños, ya que además de favorecer su físico, los ayuda a desarrollar autoestima, confianza, creatividad e imaginación.
La palabra yoga deriva de la raíz “yuj” que significa unión. La división es una ficción a la que los hindúes llaman: “La ilusión de la realidad”.
El yoga es una disciplina milenaria que proviene de Oriente, específicamente de la India, con una tradición de más de 5000 años. Podría decirse mucho, pero sintetizando: el yoga es una técnica que trabaja la mente, el cuerpo y el espíritu.
Tiene variantes según el lugar donde se practica: India, Tibet, etc. Es un conocimiento intuitivo y práctico. Aboga por ese espacio de autoconocimiento imprescindible que necesitas para saber quién eres y qué propósito ha de dirigirte en tu vida. Esto puedes alcanzarlo a través de la práctica de la meditación.
Los 4 años es una edad ideal para que nuestros hijos comiencen a practicar yoga. A esta edad los niños entenderán perfectamente cómo hacer cada ejercicio.
Las clases para los niños son más cortas que las que se hacen para adultos, duran entre 45 minutos y una hora, debido a que no tienen el mismo nivel de concentración que un adulto y en cuanto al método de enseñanza comienza suave para ir incrementando la dificultad a medida que el niño avance, al ritmo depende de cada uno.
Lo importante para comenzar, es aprender a respirar de forma consciente, sintiendo este proceso, de forma tranquila y pausada. Cuando este efecto lo logran los niños, los resultados son increíbles, ya que hay grandes avances en su concentración y les ayuda a mejorar la comunicación con los demás e incluso están más atentos y participativos en clase.
Beneficios del yoga para los niños
– Los niños que practican Yoga se convierten en personas seguras, sociables y con un excelente nivel de autoestima.
– El yoga corrige las conductas agresivas en los pequeños, por lo que resulta una muy buena práctica para mejorar el desempeño social de los niños.
– Los ayuda a concentrarse, lo que puede ser muy beneficioso para su proceso de aprendizaje.
– Desde el punto de vista corporal, les da flexibilidad y elasticidad, los ayuda a desarrollar destrezas motoras y a estimular y activar distintos músculos, articulaciones, glándulas y órganos.
– Además la práctica del yoga resulta una actividad divertida para los niños, pues muchas de las posiciones imitan a diferentes animales, lo que puede encantar a los más pequeñitos.
Artículo vía Guioteca.com