Hatha, kundalini o bikram, descubre qué tipo de yoga adapta a tu cuerpo… y a tu mente

 Según tu personalidad o tus objetivos, puedes apuntarte a una modalidad o a otra. Más o menos espiritual, más o menos deportivo. Averigua cuál se adapta mejor a ti.

 

Todos sabemos que el yoga nació en la India como una una práctica de meditación del hinduismo y el budismo. En los años 60, Occidente lo descubrió y durante un buen tiempo fue el coto de los más hippies. Con el tiempo, se fue popularizando y ahora en la mayoría de gimnasios puedes encontrar clases dirigidas que lo impartan. Y también encuentras por doquier personas que cantan sus alabanzas y te cuentan cómo cambió su vida o transformó su cuerpo. Los beneficios están fuera de toda duda (combate el estrés, alivia las contracturas, fortalece el sistema inmunitario, aumenta la energía, incrementa la capacidad de concentración, te otorga mayor flexibilidad y te ayuda a ser más espiritual), pero no siempre es fácil dar con la modalidad en la que una se siente cómoda.

Por ejemplo, para una persona deportista, que no acostumbra a meditar, algunas clases pueden resultar tediosas. Sin embargo, para otra que lo que busca es tomarse las cosas con más calma, una modalidad muy ‘movida’ puede resultar estresante. La clave para no abandonar y disfrutar de sus beneficios está, por lo tanto, en hallar la modalidad que mejor se adapte a nuestra forma de ser y a nuestras expectativas.

 

Para personas activas: hatha
Es el más popular y el que se ofrece en la mayoría de los gimnasios. En general, suele suponer una sucesión de posturas (las asanas) que son ideales para hacer estiramientos, fulminar contracturas y evitar malas posturas. El hatha yoga es perfecto si te gusta hacer ejercicio, pues es el complemento ideal para cualquier actividad física. Cuando uno se machaca mucho en el gimnasio, corre el riesgo de contraer el músculo y es necesario hacer ejercicios de elongación (estiramientos). Por ello, se recomienda combinar entrenamientos con sesiones de yoga. El hatha yoga es recomendable para los que no están muy duchos en concentración y meditación, pues a través de los movimientos físicos se introducen en estas técnicas, que paulatinamente van mejorando

 

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Para ahuyentar el estrés: kundalini
En esta modalidad, las posturas son más estáticas y los estiramientos más profundos. Es una práctica en la que los movimientos, aunque impliquen prolongados estiramientos, resultan placenteros. No es necesario contar con ningún requisito técnico previo, lo pueden practicar personas que habitualmente no realicen deporte. Pero las que lo hacen también encontrarán un incentivo, pues con la práctica continuada podrán ver como los estiramientos cada vez son más fáciles de realizar. El kundalini activa los siete chakras, por lo que aporta mucha energía y es de gran ayuda para los que sufren de estrés. Se combina con el canto de mantras y con la meditación, aunque prácticamente toda la sesión está dedicada a la parte más física.

 

Para deportistas exigentes: ashtaga vinyasa
No es casual que se conozca como el yoga de los guerreros. Es una práctica demandante, que sirve para ganar fuerza y flexibilidad. Se trata de una sucesión imparable de posturas, que se sincronizan con la respiración y que se suceden de forma fluida. Tiene un efecto desintoxicante y es ideal para los que tienen problemas para concentrarse en meditar. A través de los vigorosos movimientos se conseguirá la paz de mente. La práctica continuada ayuda a alcanzar mayor autocontrol sobre el cuerpo y también sobre las emociones. Eso sí, para llevarse a cabo es necesario contar con cierto nivel físico.

 

Para mejorar la postura: iyengar
Toma su nombre de su ‘inventor’, B.K.S Iyengar, que era un genio de la fisioterapia y empleó el yoga para solventar problemas posturales, aunque también para combatir la ansiedad o el insomnio. En general, pone el acento en la correcta alineación de la columna y de todo el cuerpo, por lo que el esfuerzo acostumbra a residir en el hecho de mantener la postura adecuada durante largo tiempo. B.K.S Iyengar es el que introdujo accesorios, como mantas y correas para que cada uno pueda adaptar las posturas a las singularidades de su cuerpo y ayudarse de ellos para lograr la posición óptima. Es un tipo de yoga muy recomendado para personas que han padecido algún tipo de lesión, que no son deportistas o que tienen una edad avanzada. Los beneficios se notan en forma de aumento de la flexibilidad, mejor postura y cuerpo tonificado.

 

Para eliminar toxinas y kilos: bikram
Este tipo de yoga tiene una particularidad: se lleva a cabo en espacios en los que la temperatura es de 40º o más y la humedad está al 40%. Esto es así porque a elevadas temperaturas, las articulaciones se flexibilizan y de esta manera es más fácil acometer las 26 posturas que buscan estirar y fortalecer los músculos. También se pretende desintoxicar al cuerpo y, de paso, liberarse de algunos kilos de más. El calor hace que sea una actividad de cardio y, además, estimula el metabolismo. Las sesiones son de 90 minutos y requieren cierta forma física previa. No lo pueden practicar personas con problemas cardíacos ni embarazadas y en las primeras clases puede provocar deshidratación y mareos, por lo que es imprescindible que el monitor sea una persona que cuente con la titulación específica para impartir estas clases.

Fuente: https://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/belleza/2018-05-15/yoga-tipos-segun-personalidad-hatha-kundalini-bikram_1563437/

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