Te contamos cuál es la mejor hora o momento del día para practicar yoga y recibir todos los beneficios de esta ancestral disciplina con origen en la India. Una de las claves reside en la constancia a lo largo del tiempo.
Puedes practicar yoga cuando quieras: en clases especializadas, al aire libre, en tu propia casa, o incluso en tu rato libre en la oficina. Pero, ¿existe un momento óptimo para extender la esterilla, ponerte ropa cómoda y disponerte a practicar las asanas (posturas) y el pranayama (respiración)? ¿Cuál es la mejor franja del día para practicar yoga? En primer lugar, los expertos destacan que el mejor momento es aquel que mejor funcione para ti y que pueda adaptarse a tu rutina, estilo de vida y compromisos y responsabilidades. La clave reside en ajustarlo a tus horarios para que la practica se pueda prolongar en el tiempo.
Sin embargo, maestras del sistema Ahstanga como Pattabhi Jois, apuntan a que el momento más óptimo del día es por la mañana temprano, a ser posible antes incluso de que amanezca. La práctica ideal (y tradicional) del Hatha Yoga también apunta hacia la primera hora de la mañana, todavía de madrugada. Cabe destacar que por la mañana el cuerpo esta más rígido, pero existe mayor determinación mientras que por la tarde el cuerpo está mas flexible, pero la mente mas cansada. Es por ello que se pueden seleccionar series y asanas más suaves o fuertes según el momento del día.
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Encontrar el momento correcto del día para ti es particularmente importante si estás tratando de establecer una práctica diaria sintonizada con tu trabajo: una rutina matutina puede ayudarte a comenzar el día sin estrés y con equilibrio, concentración y energía, mientras que la práctica nocturna contribuye a desconectar, relajarte y obtener una mejor calidad de sueño. Dado que somos animales de costumbres, la perseverancia es clave: si puedes, practícalo todos los días, aunque los principiantes pueden hacerlo dos veces por semana y en general, se recomienda hacerlo entre tres y cuatro días.
Según Mary Pullig Schatz, autora del libro “Fundamentos del cuidado de la espalda: Programa de Yoga suave de un médico para el alivio del dolor de espalda y cuello”, apunta a que incluso puedes practicar yoga en ambas franjas opuestas del día: una práctica activa por la mañana temprano que acabe con la rigidez muscular, revitalice tu circulación, elimine toxinas y te aporte equilibrio, flexibilidad y bienestar para la jornada y asanas reconstituyentes y tranquilizantes para relajarte por la noche, eliminando la fatiga de la tensión del día. Antes de dormir, puedes optar por practicar Yoga Nidra, una importante técnica de meditación y relajación profunda desarrollada por Swami Satyananda Saraswati que adaptó y actualizó las antiguas prácticas para hacerlas más accesibles.
Una práctica de yoga por la mañana te despierta, estira los músculos rígidos que no has usado toda la noche, acelera la circulación, y desata un sudor saludable antes de tu ducha de la mañana y el desayuno.
Para un régimen energizante, practica saludos al sol, que incluyen doblarse hacia adelante, ponerse en cuatro patas, recostarse (plank), hacer la cobra y practicar estocadas (lunges). Los saludos al sol hacen que el corazón bombee, abre los pulmones y despierta los músculos cansados. Añade otras poses energizantes también. Las posturas de pie te mantienen conectado a tierra, doblarte hacia atrás te energiza, los giros son desintoxicantes y las poses de equilibrio ayudan a aumentar tu concentración.
Fuente | Verywellfit