Beneficios de la meditación para los niños

Meditar es enfocar la atención en algo concreto, ya sea un pensamiento, un objeto, la propia conciencia, el propio cuerpo, nuestros pensamientos…

Practicar la meditación con niños implica realizar multitud de actividades en las que los niños están enfocando su atención en su respiración, en algo que están viendo, en algo que están haciendo… con el objeto de, en primer lugar, calmar la mente.

Por qué enseñar a meditar a los niños

Susan Kaiser Greenland, una de las pioneras en la práctica de la meditación con niños en occidente, explica un episodio en el que su hijo llega llorando a la cocina, sin poder explicar lo que le ocurre. Ella, viendo que no tiene sentido preguntarle una y otra ver lo que le ocurre, decide mostrarle una bola de nieve, de esas que se agitan y uno se queda observando cómo va cayendo la nieve hacia la base. Le muestra esto una y otra vez, hasta que su hijo se calma y es entonces cuando es capaz de contar lo que le ocurre.

Meditar con niños es observar cómo cae la nieve de una bola de nieve; es dar un paseo observando lo que hay a nuestro alrededor; es mirar fijamente una hoguera; es contar respiraciones mientras contamos piedrecitas. Meditar con niños es sentarse con las manos en la tripa, en silencio, observando cómo sube y baja la tripa. Meditar con niños es permanecer quietos, en silencio, sabiendo que no hay que hacer nada más que respirar.

Para qué les sirve a los niños meditar 

Dice el Dalai Lama, que si le enseñáramos meditación a cada niño de ocho años, eliminaríamos la violencia en una sola generación. Sólo por esta razón merecería la pena intentarlo. Pero, ¿por qué es tan potente la meditación?

– Calma: El primer e inmediato efecto de la meditación en los niños es calmarse, tranquilizarse. Los niños, como los adultos, cuando están calmados, es cuando pueden enfocar su atención en lo que sea que vaya a ocurrir.

– Mayor concentración: De manera que una vez que se llega a la calma, el siguiente paso es el enfoque de la atención en aquello que deseo. Esto puede ser gestionar una emoción, hacer un ejercicio, atender a una explicación, ver una película, jugar con mamá y papá, planificar una acción, comprender a un amigo que tiene un problema, decir que no a algo que puede ser peligroso…

Efectivamente, la meditación ayuda a ‘estirar’ el músculo de la atención, y de este modo uno es más consciente de lo que ocurre dentro y fuera de uno mismo; de lo que desea, y de lo que no desea. De lo que siente y de lo que no siente. Y de lo que desean, sienten o hacen los otros.

15 beneficios que obtendrá tu hijo si medita

1. Será más responsable, tanto de sus cosas materiales como de sus emociones, de su vida y de su felicidad.

2. Se querrá más a sí mismo.

3. Se podrá concentrar mejor al ser capaz de enfocar su atención hacia lo que desea, sin caer en los despistes.

4. Tendrá menos ansiedad y menos estrés.

5. Dormirá mejor.

6. Será menos impulsivo.

7. Tendrá más autoestima, y más seguridad y confianza en sí mismo.

8. Mejorará su rendimiento académico.

9. Mejorará la gestión de sus emociones.

10. Mejorará sus relaciones sociales. Mostrará más empatía y gratitud.

11. Mejorará su sistema inmunológico.

12. Será menos violento.

13. Será más capaz de enfrentarse a las frustraciones y a las dificultades, ya que desarrollará más capacidad de aceptación de lo que ocurre.

14. Será feliz.

15.  Sentará las bases de una madurez más sólida.

Fuente: Guía Infantil

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