El yoga es una de las disciplinas más bondadosas que existen. Quienes la practican, suelen afirmar que se sienten menos estrés, mayor fuerza física y una mejor calidad de vida en general.
Está claro: el yoga puede hacer mucho por tu mente, cuerpo y espíritu. Pero ¿sabías que también sería un buen complemento para tratar el dolor crónico? Sigue leyendo.
Practicar yoga para la salud
Al tratarse de una práctica tan ampliamente difundida, el yoga se ha ido diversificando. De hecho, existen rutinas especialmente creadas para niños, embarazadas, adultos mayores y hasta para perder peso.
En este sentido, incluso existe el llamado ‘yoga para la salud’, el cual busca conectar cuerpo, respiración y mente. Y sus beneficios han sido tan evidentes, que la propia Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos la ha incluido en su Enciclopedia Médica.
El yoga para la salud trabaja con posturas físicas, realiza ejercicios de respiración y se apoya en la meditación para mejorar la salud general.
Esto sería particularmente importante para tratar el dolor, tanto agudo como crónico. ¿Sabes cuál es la diferencia?
- Dolor agudo: Ocurre de manera repentina.
- Dolor crónico: Tarda en manifestarse y puede empeorar con el tiempo.
Por ejemplo, un dolor agudo sería sufrir una fractura, el golpe de una caída o incluso lastimarse haciendo ejercicio. Un dolor crónico podría ser los que experimentan quienes viven con artritis, fibromialgia o esclerosis múltiple.
Claramente, un dolor agudo puede terminar volviéndose crónico. Por ejemplo, un problema para respirar (que comienza siendo agudo) podría desembocar en un asma (que ya es algo crónico), si es que no se cuenta con el acompañamiento médico necesario.
¿Por qué elegir este complemento para el alivio del dolor?
Cuando se trata de aliviar el dolor, el yoga está para ayudarnos. Con la debida disciplina, la persona puede hallar una mayor conciencia del cuerpo y su funcionamiento. De esta manera, sabrá cuidarlo y procurarlo.
El yoga puede adaptarse para prevenir y tratar lesiones graves, fracturas, cirugías o enfermedades que suelen ser dolorosas.
Sin embargo, al tratarse de una práctica que implica adoptar posturas corporales y movimientos, es fundamental que las personas con dolor crónico se cuiden para prevenir lesiones. Para lograrlo, es necesario:
- Tanto el médico como el instructor de yoga deben conocer tu estado de salud para saber si existe alguna postura que sea mejor evitar.
- Tener paciencia. Comienza a tu propio ritmo y sólo avanza cuando hayas aprendido lo más elemental.
- Cuidar tu cuerpo. No te exijas más de la cuenta. El proceso de aprendizaje toma tiempo. Piensa siempre en tu seguridad y comodidad, y sobre todo recuerda que el instructor puede ayudarte a adaptar determinadas posiciones.
- Contar con el material adecuado. Ya sea la ropa, el agua o hasta la colchoneta, siempre hay que trabajar con los elementos correctos.
Ciertamente, el yoga es una de las muy diversas alternativas que existen para complementar el tratamiento relacionado con el dolor crónico. Otras de estas opciones son las siguientes:
- Meditar: Ayuda a entrenar a la mente para obtener un mayor equilibrio mental, físico y emocional, lo cual ayudaría a disminuir el estrés y relajar tu cuerpo.
- TENS (o Terapia de electroestimulación): Mediante corriente eléctrica, bloquea la sensación de dolor y ha demostrado ampliamente su efectividad. De hecho, ha sido recomendada por médicos y fisioterapeutas en todo el mundo.
- Masajes: Al manipular los tejidos del cuerpo, se estimulan los sistemas nervioso y muscular.
- Fisioterapia: Los expertos en esta área utilizan rutinas físicas para aliviar algún dolor y te asesoran sobre lo que te conviene o no hacer al practicar yoga.
- Compresas frías o calientes: Ya sean por separado o alternados, ayudan a disminuir la inflamación y a fomentar el flujo de la sangre en el cuerpo.
Ha llegado el momento de despedirte del dolor
Vivir con dolor es una condición que deteriora la calidad de vida de las personas. Y en este sentido, ya sea por un dolor agudo o crónico, el yoga tiene algo para cada uno.
Esta disciplina ha demostrado con creces su efectividad. En todo el mundo, esta práctica milenaria ha transformado la vida de millones de personas… y una de ellas puedes ser tú.
El malestar no tiene por qué ser una carga. Con la ayuda de expertos en salud, el yoga y más complementos para el bienestar, es posible vivir con plenitud.